Abraza tus curvas
Los seres humanos no vienen "como estándar". ¡Aleluya! Eso es lo que hace que la vida sea tan variada y brillante, ¿no? ¿Recuerdas esas maravillosas palabras "voluptuosa" y "pechugona"? Curiosamente, los estudios han demostrado que la visión de un cuerpo humano curvilíneo activa la misma parte del cerebro donde se estimula la recompensa positiva y esta sensación puede ser realmente adictiva. ¿Quién lo hubiera dicho? Entonces, ¿por qué sentimos la necesidad de ocultar nuestras proporciones más jugosas que las de una modelo de los noventa con ropa que no nos queda bien? Ropa que es comprometedoramente ajustada, hecha de telas de mala calidad o con formas sueltas que podrían ser mejor llamadas "sacos". Merecemos ser reconocidos. Sentirnos poderosos y elegantes con ropa exquisita confeccionada solo con los mejores materiales.
Todas hemos pasado por eso, tratando de perder peso para encajar en los estándares de belleza de la sociedad, pero la cuestión es que cada cuerpo es diferente y eso está bien. Aceptar la forma de nuestro cuerpo y estar felices con lo bien que nos vemos realmente hará MARAVILLAS en nuestra confianza y sentido del estilo. Todos, sin importar el tamaño o la forma que tengamos, tenemos complejos con nuestro cuerpo y está bien tener días malos, pero aceptar nuestro cuerpo, con todos sus defectos percibidos y todas sus maravillosas cualidades, nos permitirá tomar mejores decisiones de estilo que mejoren tanto nuestro estado de ánimo como nuestra confianza.
El primer paso es empezar cada día con una afirmación: “Mi cuerpo es perfecto tal como es”. Dedicar tiempo a redefinir la relación que tenemos con nuestro cuerpo es de vital importancia en la búsqueda de conocer y aceptar el cuerpo en el que vivimos. De apreciar y cuidar nuestro cuerpo, no como un trabajo en proceso, sino como la forma absolutamente ideal para este momento.
El segundo paso es usar solo ropa que nos guste. Ropa que aporte alegría y belleza a nuestras vidas. Ropa que se ajuste de manera brillante. Implacablemente. Sin concesiones. Todo el día. Para siempre. Estas prendas están pensadas, perfeccionadas y confeccionadas para las mujeres brillantes, enérgicas y ambiciosas que somos. Nuestra fundadora, Amy, ha examinado cada detalle de costura, cada botón y cada centímetro de tela ha sido elegido meticulosamente. (*enlace a Acerca de nosotros). Cada silueta del guardarropa de Melyr ha sido examinada no solo por Amy, sino por toda una comunidad de mujeres que nos rodean aquí en Wirral, en el noroeste del Reino Unido, donde se encuentra el hogar de Melyr.
